—Tío, ¿cuándo vas a cavar la caca? —preguntó Tang Yuxin, arrugando su pequeña nariz.
Y Tang Zhijun se quedó en una situación intermedia entre querer reír y llorar.
—Bueno, la cavaré cuando te duermas, y luego te conseguiré unos dulces de leche —respondió.
Tang Yuxin agarró la ropa de Tang Zhijun. Está bien, entonces no dormiría. Tenía la intención de vigilar a su tío segundo. En su última vida, no detuvo nada. Pero en esta vida, estaba determinada a salvar la vida de Zhijun.
Tang Zhijun tomó la pala, listo para empezar a cavar el estiércol. Era mejor hacer estas cosas temprano, ya que no había nada que hacer en los campos en ese momento. Poco después de que se fuera, Tang Yuxin se salió de la cama, se puso los zapatos de manera descuidada y corrió tras él.
En ese momento, Tang Zhijun estaba ocupado sacando el estiércol del pozo. Ya había conseguido cavar un gran hoyo, y su figura estaba justo dentro de él.
—Tío Segundo, Tío Segundo…