Con cada minuto que pasaba, la voz de Gracia se hacía más y más fuerte, y Meredith sabía que estaba en serios problemas. No es así como ella había imaginado hablar con esta mujer. Tal vez estaba equivocada, tal vez la mujer estaba realmente loca. Esta es la razón por la que le pidieron que nunca se asociara con ningún paciente, Faith tenía razón. Todos los que eran traídos aquí estaban locos.
Intentó salir corriendo de la habitación, pero vio a algunas personas pasar y se apresuró a volver. Ahora no es el momento de ser atrapada. Perdería el único trabajo que había logrado encontrar en Summerlane.
—Anna vendrá a matarlos a todos. Sé que mi sobrina nunca me dejará morir aquí. Ella vendrá por mí, vendrá pronto y todos pagarán. —Gracia seguía gritando mientras se movía.
—Anna, ven rápido por favor. Estoy aquí, ¿dónde estás? ¿Dónde está mi Anna?