Cuando Anna llegó a casa, Noah acababa de llegar también a la mansión y ya estaba acomodado en el sofá hablando con Lurch quien dijo que no había visto a su señora desde que ambos dejaron la mansión juntos.
Ella lo vio suspirar mientras se recostaba hacia atrás para descansar su espalda en el sofá. Tenía su abrigo colgando en sus piernas, los primeros tres botones de su camisa negra estaban abiertos revelando sus músculos flexionados y perfectos abdominales que automáticamente hacían que Anna se sintiera débil en las rodillas. Sin querer, se mordió el labio inferior.
Su cabello frontal estaba disperso por todo su rostro, se veía exhausto mientras hablaba, pero de alguna manera lograba tener este aura poderosa y dominante a su alrededor.
Ella podía sentir su corazón saltar un latido al verlo. Noah es un semidiós. Perfecto y creado a mano por Dios mismo. Es casi como si Dios hubiera robado toda la belleza del 80% de los hombres de este mundo y se la hubiera dado a un solo hombre.