—Anciano, ¡nuestra pelea apenas comienza! ¿Crees que este tipo de cosa puede atarme?
Mientras la Chica Dragón sacaba una paleta y se la ponía en la boca, sus ojos revelaban una frialdad helada, completamente despojada de su comportamiento anterior.
—¡Su cuerpo se enrojeció ligeramente, y bajo su vestido de gasa, comenzaron a emerger Escamas de Dragón!
—¡Si no hubiera ropa, sin duda le daría al Anciano Qin el susto de su vida!
—¡Un canto de dragón se elevó en el cielo, cambiando el color de las nubes y el viento!
El Anciano Qin se sentía cada vez más inquieto mientras ráfagas de viento lo rodeaban, llevando una desolación inexplicable.
—¡Peligro!
De repente, la Chica Dragón apareció detrás de él, sus yemas de los dedos centelleando con luz roja mientras alcanzaba directamente su espalda.
—¡Si esta garra golpeara, el Anciano Qin moriría sin duda!
—¡El Anciano Qin formó un sello con sus dedos, y una pared de hielo apareció detrás de él!