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Lois ignoró todo lo demás y abrazó directamente su cuello, acomodándose en sus brazos mientras se quejaba coquetamente —No, quiero que hermano me acompañe.
—Yo...
Greg sintió el cuerpo más pequeño en sus brazos, y todo su ser se asemejaba a un volcán activo, listo para erupcionar en cualquier momento.
Justo cuando pensaba en llevar a Lois de vuelta a su habitación por la fuerza, descubrió que la pequeña que abrazaba había caído dormida en realidad.
Mirando su adorable e ingenua cara durmiendo, Greg no pudo evitar reírse, se levantó rápidamente y la llevó de vuelta a su habitación.
Justo cuando estaba a punto de acostarla en la cama, notó que su cuerpo estaba empapado, dejando a Greg algo desconcertado.
Después de dudarlo por mucho tiempo, no tuvo más opción que sentarla en una silla, buscar una toalla limpia y comenzó a secarla con cuidado.