En el pasado, Valerie Dawn era resplandeciente, luciendo marcas de diseñador de pies a cabeza y disfrutando de cosméticos de alta gama. Era una fashionista, una glamorosa habitante de la ciudad.
Pero la actual Valerie Dawn era un mundo aparte, sucia y despeinada, con el cabello alborotado y el rostro demacrado, ¡un marcado contraste con su antiguo yo!
Después del accidente automovilístico, y un encuentro con William Cole, a quien una vez despreció, Valerie se encontró en un torbellino de emociones; no quería nada más que salir de la vista de William.
—¿Quieres irte? ¿Quién te dio permiso para irte? ¡Dañaste mi coche y ahora quieres huir! —Un hombre de mediana edad y corpulento irrumpió, agarrando la muñeca de Valerie, sus ojos rojos de furia.
William avanzó, quitando la mano del hombre.
—¡Suéltala! —ordenó.