Héctor Anderson irrumpió en la habitación junto con un grupo de sus secuaces, su rostro hirviendo de ira.
Justo ayer, en el Salón Trece de William Cole, William lo había diagnosticado públicamente como infértil. Héctor Anderson se había marchado apresuradamente para realizar una prueba de paternidad con su hijo.
¿Pero quién hubiera pensado que ninguno de sus tres hijos era biológicamente suyo?
Toda la noche, Héctor Anderson hizo que todos sus otros más de una docena de hijos ilegítimos también se hicieran las pruebas de paternidad.
El resultado... ¡ninguno compartía su linaje!
¿Cómo podría alguien sentirse bien en una situación como esta?
Si se divulgaba la noticia sobre un hombre que había sido engañado más de una docena de veces, sería el hazmerreír.
William Cole observaba a Héctor Anderson, también algo sorprendido.
Debido a que estaba de pie en una esquina, nadie lo notó.
Archie Dawn, como cabeza de la familia, reunió el coraje para dar un paso adelante: