—¡Basta, Penny! Es la primera visita de Jaquín Pequeño a nuestra casa y no me gusta que nadie se incomode —salío de la cocina la señora Sutton al oír las palabras de Penny, la apuntó con el dedo a la nariz y regañó.
—¡Hermana, estoy haciendo todo esto por ti! —se defendió Penny.
—¿Por mi bien? —La señora Sutton rió con desprecio, plenamente consciente de sus verdaderas intenciones, obviamente solo le importaba el generoso dinero de la dote.
—Sí, todo por ti, hermana. Has tenido un tiempo difícil criando a las dos chicas, y ahora Betsy tiene casi 30 años, aún no casada. ¡Me rompe el corazón por ti! Las mujeres mayores de 30 años son más difíciles de casar, no solo será difícil encontrar un buen hombre, ¡pero los regalos de compromiso serán menores! —continuó persuadiendo Penny.