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La sangre seguía fluyendo de su boca...
Hai Xiaotang se puso pálida y contuvo su inmensa ira —Ver a una persona familiar morir delante de mí, sin hacer nada, no puedo hacer eso. Dongfang Yu, necesitas conservar tu energía. ¡No vale la pena si mueres!
—Hai Xiaotang... —Dongfang Yu estaba mareado y adolorido—. En realidad, no puedes soportar verme morir, no eres tan cruel...
—No soy cruel, ¡pero eso no significa nada! —Hai Xiaotang sacó un pañuelo y ferozmente limpió la sangre de la comisura de su boca.
Dongfang Yu de repente reveló una sonrisa débil —Hai Xiaotang, ¿podrías quedarte conmigo unos días?
...
Él levantó despacio su mano y suavemente acarició su rostro, sus ojos llenos de anhelo —Hace tanto tiempo que no te veo, realmente extraño... estar contigo...
Sus palabras apenas se habían pronunciado, cuando su mano cayó al suelo y él cayó inconsciente.
Hai Xiaotang miró su rostro fijamente, incapaz de describir sus sentimientos en ningún idioma.
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