El teléfono de Ji Zhihan no paraba de vibrar con notificaciones de WeChat.
Las leía sin prisa, repasando el historial de chat entre Zeng Zhen y He Wencheng.
Apuró sus delgados labios.
Sus largos dedos tecleaban en el teclado, se detenían, volvían a teclear y se detenían de nuevo.
Finalmente, salió del chat y marcó un número.
Su Yin acababa de salir del hospital y se estaba preparando para visitar a Lele.
En ese momento, recibió una llamada de Ji Zhihan.
A pesar de sus sentimientos indescriptibles, contestó.
Estaba lista para ser regañada por Ji Zhihan, preparada para enfrentarse a su ira de frente.
Después de todo, se había ido sin consultarle primero.
—Hola.
—¿Dónde estás? —preguntó la voz al otro lado del teléfono, profunda e indiferente.
—En el hospital.
—¿Con He Wencheng?
—Acabamos de separarnos.
—Espera por mí en casa esta noche —dijo Ji Zhihan.
Su Yin se quedó sorprendida por un momento, pensando que había escuchado mal.