Cuando Nial visualizó el rostro de Hana, se quedó impactado. Era extremadamente hermosa. Su rostro no tenía ni un solo defecto, resaltado por sus grandes ojos y largas pestañas, y su piel parecía suave y flexible como la de un bebé recién nacido.
La cabeza de Hana era pequeña, y su largo y sedoso cabello ondeaba sobre su rostro, cubriendo parcialmente sus ojos. Sin embargo, en el momento en que Nial visualizó sus ojos, su corazón comenzó a latir descontroladamente.
'Siento que me está atrayendo con su hechizo...' Nial pensó por un momento, solo para que esa sensación desapareciera al instante.
Era como si esa sensación encantadora nunca hubiera existido. Sin embargo, Nial sabía que esto no era cierto. Después de todo, la atención de todos se dirigía hacia Hana en el momento en que su velo se prendió fuego.
Las runas en el velo se habían desactivado debido al mecanismo defensivo natural del velo, y todo lo que Hana quería ocultar estaba a punto de ser expuesto.