Una leve sonrisa tiró de la comisura de los labios de Ren al cerrar su teléfono.
Fue un momento de satisfacción, una realización de que sus esfuerzos no habían sido en vano. Había resistido tormentas, navegado por terrenos traicioneros y emergido victorioso al otro lado.
Ahora, con estos botines de batalla al alcance de su mano, estaba listo para ascender a nuevas alturas.
Ren seleccionó los objetos que consideraba prescindibles, las reliquias de batallas pasadas que podrían ser intercambiadas por dinero. Disfrutó la sensación de control, el conocimiento de que sostenía las riendas de su destino firmemente en su mano.
El culmen de sus esfuerzos incansables finalmente se hacía evidente, como un destello de luz perforando la oscuridad de su mente.
El flujo de moneda virtual en su cuenta trajo una oleada de anticipación ansiosa, un profundo anhelo de reunirse con Evie una vez que este viaje llegara a su conclusión.