Zack, Josh, Ray, Kylie y Lily estaban cruzando el sótano. Habían pasado por una serie de corredores antes de finalmente toparse con un laboratorio subterráneo.
Pero para su decepción, no había nada allí. Ni siquiera un fantasma.
—Hemos estado corriendo y caminando por aquí. Pero, ¿por qué no podemos encontrar ni un solo monstruo? —preguntó Ray a sus amigos.
Kylie se pegó como pegamento a Lily. Intentó mostrar valentía, pero su voz temblorosa la delataba. —T-tal vez otros jugadores los hayan derrotado y se hayan llevado los tesoros de aquí.
—Parece que sí —Josh estuvo de acuerdo con un suspiro.
Zack se burló y empezó a señalar con el dedo a Ray. —Si no nos hubieras hecho perder tiempo, entonces no estaríamos en esta situación donde ni siquiera tenemos puntos para cosechar.
Ray rodó los ojos. —Por favor, tú fuiste el que se dejó encantar por un vampiro y te chupó la sangre. Ni siquiera querías soltarte después de que Kylie te curó.