—Te echaré de menos, Eiko —dijo él.
—Eiko, asegúrate de recordarnos, ¿de acuerdo? —pidió ella.
—¡Hermana Colette, Hermana Helen!
El limo bebé lloraba mientras era abrazado por Colette y Helen. Los dos Enanos también tenían los ojos llorosos mientras trataban de calmar a Eiko, que ya estaba sollozando en sus brazos.
Lux sólo podía mirar esta escena con amargura, porque sabía que despedirse era algo difícil de hacer. Sus amigos estaban a punto de dejar la Aldea Hoja y embarcarse en una nueva aventura hacia los Pueblos Intermedios donde la hermana de Colette, Aina, las estaba esperando.
—Cuiden de sí mismos en los Pueblos Intermedios, ¿vale? —Lux sonrió mientras posaba sus manos sobre los hombros de Andy y de Axel—. Las cosas serán más difíciles allá, así que estén siempre alertas y no bajen la guardia.
—Lo haremos, Gran Hermano —respondió Andy.
—Gran Hermano, te estaremos esperando —Axel asintió.