Asiva seguía mirando al clon de Max sin entender realmente qué sentía sobre toda la situación.
Por un lado, sabía que probablemente Max no tenía otra opción en este repentino desarrollo, pero por el otro, era demasiado abrupto para ella procesarlo todo tan súbitamente.
Hace apenas unas horas se encontraba soñando despierta sobre la boda que tendría con Max en los próximos meses pero ahora él se había ido a algún lugar desconocido con algún dios antiguo y nadie tenía la menor idea de cuánto tiempo tardaría en regresar a casa.
Para empeorar las cosas, su clon estaba justo allí llevando su máscara y comportándose exactamente como lo haría Max, pero aunque por ahora estaba aquí para ella, incluso el hechizo de clonación se agotaría después de 24 horas.
En las próximas 24 horas, Asiva tenía que calmar sus emociones, terminar una reunión importante con Felix Aurelius y luego inventar una excusa creíble para la ausencia de Max en los próximos meses.