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—¡Bang!
—¡222,905! —exclamó.
—Bien. Solo quedan diez antes de que este maldito juicio finalmente termine.
Con sus manos moviéndose como un reloj mientras armaba su arcabuz para otro disparo, una expresión ligeramente aliviada se podía ver en el rostro algo demacrado del joven.
Aunque Valyr sintió un renovado impulso para ver el juicio hasta el final al obtener la habilidad que ahora era [Dominio Intermedio de Armas de Fuego], la emoción traída por la habilidad no duró mucho.
Después de todo, como con todas las cosas, la diferencia que la habilidad hizo en su rutina fue solo un leve aumento en su Estadística de Ataque, así como una pequeña disminución en el tiempo entre disparos.
Con eso, no pasó mucho tiempo antes de que el joven volviera a ocupar su mente con otras cosas mientras su cuerpo continuaba moviéndose y luchando contra los humanoides primitivos con el arcabuz.