William sabía que usando solo unas pocas de estas formaciones las cosas podrían salir mal, e incluso podría terminar ayudando a esos enemigos. Pero si Zin lograba colocar justo lo suficiente para aplastar su resistencia y resiliencia, entonces las cosas irían bien.
Zin no entendió nada de eso ya que William no tuvo tiempo de explicar nada al respecto. Sin embargo, como no le quedaba otra opción que la loca sugerencia de William, decidió escuchar lo que este joven acababa de decir.
Al principio, las cosas le fueron bien. Zin no era un maestro normal, y la formación que William le pidió crear no necesitaba muchos materiales para empezar.
Utilizó su stock de materiales y desplegó un arreglo tras otro, rodeando la gran formación con veinte en poco tiempo.
Y luego las cosas comenzaron a cambiar.