Lishia miró a la multitud que la aclamaba, y de alguna manera le recordó a Halcyon, donde recibiría un trato similar.
—Bien hecho, princesa —dijo Kiara desde su habitación con una sonrisa en su rostro.
—Es bastante fuerte para ser una de Primer Año, usar ese hechizo sin desperdiciar mana es impresionante —añadió Jodie.
En medio de los aplausos y vítores de la multitud, de pie y un poco amargado por la derrota, Damian sentía algo de resentimiento, pero no estaba insatisfecho con su actuación.
Su lucha terminó en el momento en que sintió la fuerza de su brazo desvanecerse y, si se volvía más imprudente, estaba seguro de que habría algunas personas que se enfadarían bastante.
Los profesores arreglaron el escenario con su magia y lo restauraron para el siguiente combate.
—¿No es esa magia demasiado poderosa? —preguntó Livia mirando a Helena.
—Lo es si te expones en ella durante demasiado tiempo —respondió Helena.