Un grupo de 150 Asesinos de Dragones fuertemente armados llegaron a la Bahía de Menfis, situada en la costa este del Imperio Zenia.
Su misión, asignada por el Sabio Asesino, era confrontar a Archer Ashguard, el nuevo dragón blanco.
Estos Asesinos poseían una magia única y elusiva conocida como Magia de Slayer, que les permitía enfrentarse en combate de igual a igual con los dragones.
Esta magia potenciaba sus cuerpos y armas, otorgándoles la capacidad de dañar las formidables escamas de los dragones y luchar cuerpo a cuerpo con ellos en sus formas humanoides.
Para ayudar en su empresa, la Iglesia de la Luz les proporcionó artefactos mágicos capaces de prevenir la transformación de Archer y facilitar su captura.
Estos artefactos fueron adquiridos a través de la cooperación de la iglesia con el padre de Archer, quien había cesado abruptamente su colaboración.