—Su Alteza... —El señor Vitas sonaba preocupado cuando llegó junto a la cama y tocó la muñeca de Emmelyn para revisar su pulso. Se giró hacia Lily y le preguntó qué le había sucedido a Emmelyn. —¿Cuánto tiempo ha estado desmayada?
—Lily fingió recordar algo y respondió a su pregunta. —Creo que ha estado desmayada durante media hora, señor.
—Hmm... de acuerdo —El señor Vitas frunció el ceño y suspiró—. Su pulso está bastante débil. Estaba bien cuando la vi la última vez. Sigh. Quizás esté estresada. Esperaré aquí hasta que recupere la conciencia. Puedes irte.
—Gracias, señor —Lily no perdió tiempo en salir de la cámara. Estaba preocupada, si se quedaba demasiado tiempo, el anciano médico podría reconocerla si se encontraban de nuevo y ella se presentara como ella misma.
Después de que Lily se fue, Emmelyn fingió gemir y luego abrió los ojos. Saludó al viejo y le preguntó qué le había pasado.