No pudo ver ninguna muerte reciente hasta que miró a su lado donde yacían tres cuerpos. ¿De hace dos días? Damien lo supuso con solo mirarlos. Algunos que parecían llevar más de tres semanas descomponiéndose. Lo que significaba que el pueblo había sido atacado mucho antes de que él hubiera pasado por este lugar. ¿Cómo es que nadie sospechaba? Un magistrado a menudo tenía que informar y asistir a las reuniones del consejo para que el consejo pudiera asegurarse de que todo iba bien. Sin embargo, nadie había dudado.
Los cuerpos no desprendían un mal olor antes, pero al entrar en la habitación él podía sentir el hedor penetrante que llegaba con fuerza. Penny, que estaba detrás de él, tenía las manos cubiertas en su boca y cara.
—Qué amable de tu parte. Como eres tan dulce con nosotros, nos aseguraremos de que tu muerte sea rápida sin mucho tormento —dijo la primera bruja que le había hablado.