Zhao Lifei buscó a Yang Ruqin nuevamente y se sorprendió al no encontrarla por ningún lado.
—Yang Feng, ¿viste a dónde se fue Qinqin? —preguntó Zhao Lifei preocupada, mientras escudriñaba la sala con la esperanza de localizar a una joven con un qipao verde jade.
—No, pero haré que mis hombres la busquen.
—La buscaré yo misma. Quizás fue al baño. —Zhao Lifei intentó zafarse de él, pero con su mano aferrada a su cadera, no pudo.
La atrajo más hacia él y dijo:
—Si no la encuentras en cinco minutos, vuelve rápido. Yo me ocuparé.
Zhao Lifei asintió.
—Necesito hablar con tu abuelo acerca de algo. Podrás encontrarme cerca del balcón, ¿de acuerdo? —Él aún no sabía su relación con su tío mayor y no quería herirla con la verdad acerca de él. Había ordenado seguir a su tío mayor, Zhao Junkai, durante bastante tiempo. Aunque hubo algunas reuniones sospechosas en clubes, el hombre principalmente se entretenía con acompañantes.