Seren no conocía a este hombre y él la sostenía así. Lo único que sabía era que no podía confiar en nadie. Ya había sido engañada por Zaria no solo una vez, y sería bastante estúpido de su parte no desconfiar de otro desconocido.
Viendo su inquietud y miedo, él respondió—Soy Aureus. Soy amigo del Rey y estoy aquí para salvarte.
Ella no sabía por qué, pero sentía que debía confiar en él. Pero antes, ¿no había sido engañada por una ilusión con forma de su esposo? ¿Qué tal si esto era un intento de hacerla bajar la guardia?
—Suéltame
—Su Majestad, Lady Tyra sintió que te ibas y me envió —dijo el joven como si probara que es su aliado—. Te prometo que haré todo lo posible por llevarte de vuelta a Dray.
Dray. Él llamó a su esposo Dray.
La esperanza floreció en su corazón y dejó de forcejear. Además, no le quedaba energía. Tendría que arriesgarlo todo y confiar en este desconocido, deseando en su corazón que verdaderamente la ayudaría a regresar a casa.