Después de visitar a Esther, el rey Theron regresó a su estudio y se ocupó en sus labores para deshacerse de cualquier pensamiento perturbador y doloroso. Después de un rato, un caballero anunció la llegada de su madre.
La señora mayor llegó para ver a su hijo.
—Madre —se inclinó ante ella.
Aceptando el saludo, ella se sentó en una silla y Theron fue a sentarse en la silla junto a ella.
—¿Has ido a ver a Esther? —preguntó ella.
Él simplemente asintió.
—Creo que fuiste bueno con ella —comentó.
—Disculpas por decepcionar a tu madre —reconoció que no había sido bueno con ella y la culpa se dibujaba en su rostro.
—Sé que estás herido y ella también. La situación en la que se encuentra, necesitas ser bueno con ella. Sabes que tienes que criar a ese niño como si fuera tuyo.