—¿Así que te interesan los mitos y leyendas antiguas? —preguntó y luego miró la extraña imagen en el libro—. ¿Un demonio? No, espera, aprendí este idioma antes... dice... ¿diablo? ¿No deberías leer algo bueno o bonito en vez de algo que pueda asustarte?
—Es solo un libro —replicó ella—. No hay nada de qué asustarse.
Él rió entre dientes. —¿Y si este diablo es real y viene tras ti?
Sus palabras la sobresaltaron y ella lo miró incrédula. Viendo su repentino silencio, él habló confundido —Solo estoy bromeando, mi señora. ¿Qué ocurrió? ¿Te asustaron en serio mis palabras?
Ella bajó la mirada y negó con la cabeza. —No es nada. —Tomó el libro de su mano y se volvió para ponerlo cuidadosamente en su lugar correcto—. Su Alteza, ¿buscaba usted algún libro en particular en esta sección? Puedo ayudarle...