Aunque ya, Kat podía sentir cómo la tensión volvía a impregnarse en el aire. A pesar de que todos parecían calmados, eso era solo en la superficie. Mientras Grace caminaba, su mano no dejaba de rozar su daga. Skye, por su parte, siempre parecía tener un tic en la mano cada vez que llegaba al final de su arco natural.
Kat, por su parte, simplemente seguía casualmente. Aparentemente ajena a la tensión creciente, con sus largas zancadas y su cola meneándose. Sus dos pasajeros parecían estar de acuerdo. Los Timmy admiraban el paisaje mientras avanzaban y fingían reírse de los ocasionales trozos de nieve que parecían un poco extraños.
—Así que... —Kat comenzó, intentando romper un poco el silencio, pero Grace solo negó con la cabeza y Kat se quedó callada. No había razón para antagonizar a su compañera contratada por nada. *Pero aún así, la tensión es tan espesa que estoy bastante segura de que podría cortarla con mi cola.*