—¿Es eso todo lo que quieres? —preguntó Shiro con una sonrisa. Un atisbo de intención asesina emanaba de ella mientras el espíritu abría los ojos de par en par al sentir esta intención.
—Para que un monstruo tenga este tipo de intención asesina a pesar de tener menos de un año, ¿por lo que habrá pasado? —se preguntaba a sí misma el espíritu. Lo que no sabía era que Shiro estaba reprimiendo gran parte de su intención asesina, ya que no quería asustar demasiado a su potencial compañera.
—{Sí, eso es todo lo que deseo. Quiero torturar a aquellos que pisotearon sobre los derechos de vivir de nuestra raza} —asintió el espíritu.
—Bien. Entonces jura bajo tu alma que me asistirás y nunca me traicionarás. Si lo haces, te ayudaré a obtener tu venganza a cambio —Shiro sonrió mientras su cabello se agitaba ligeramente.
Mirando a la chica delante de ella que tenía tal aire pesado de dominio y poder, el espíritu no pudo evitar querer arrodillarse.