Explorar las oficinas centrales del Grupo LYON era un poco divertido. Sabiendo que Dominic dirigía todo este edificio, a Cielo le parecía asombroso. Seguro que había miles de empleados en la empresa. ¿Cómo podía él monitorear a cada uno de ellos? Incluso si el CEO de la empresa tenía su propio equipo que trabajaba directamente para él y le ayudaba a gestionar la compañía, Dominic seguía siendo increíble.
—También... si yo fuera empleada, no me importaría vivir en esta compañía —murmuró mientras pasaba por un departamento ocupado como si fuera una supervisora. Sin embargo, ninguno de ellos la notó. Todos estaban ocupados en sus cubículos.
Cielo chasqueó los labios, llevando su mano detrás de ella mientras saltaba con sus pasos a través del pasillo. Ya había explorado algunos pisos anteriormente, y solo tenía una palabra para todos.
Feroz.