—¿Qué ocurrió? —preguntó Mónica Baldwin con confusión—. Anoche todavía estábamos hablando por teléfono...
—No te alteres... —Víctor Chadwick tranquilizó a Mónica—, y luego le entregó su teléfono móvil para que mirara.
Las noticias ya habían salido a la luz de que la supermodelo Robin Stewart fue mordida por un perro vicioso la noche anterior dentro de su complejo residencial mientras protegía a su hija. Tenía varias heridas abiertas en ambas piernas, y existía el riesgo de amputación.
La noticia llegó demasiado rápido para que Mónica la comprendiera, —¿Estamos hablando de la misma persona?
—Robin Stewart está en el hospital, te llevaré más tarde —Víctor sabía que ella quería ver la condición de Robin con sus propios ojos, así que tomó la iniciativa de proponer la idea.
—Espera, Víctor... todavía no encuentro mi rumbo.
Mónica se sentó al lado de la cama, cogió su teléfono y comenzó a buscar los detalles de las noticias de entretenimiento en línea.