—No entiendo, señora. Los rumores sobre su relación siguen siendo fuertes, pero no se encuentran fuera de la oficina. Es casi como si su romance supuesto existiera únicamente para el consumo público, una fachada cuidadosamente elaborada. No han salido en ninguna cita fuera de la oficina. No hay cenas, no hay reuniones ocultas, nada mientras que antes él la veía afuera y la sacaba como su cita públicamente. ¿Podría ser que está intentando frenar los rumores?
Para ella no era una sorpresa. A pesar de la persona pulida de Sebastian Frost en los medios y su aparente transparencia, Viv sabía mejor. Detrás de la fachada de afabilidad y apertura yacía un hombre ferozmente guardián de su privacidad, un rasgo inherente a cada miembro de la Familia Frost. Simplemente era un maestro de esconder cosas a plena vista.