Summer Isles 297 AC
El cielo nocturno se encontraba oculto por espesas nubes, las cuales eliminaban cualquier rastro de luz, permitiendo que sea una noche propicia para una emboscada o algún intento de asesinato.
En una de las montañas cercanas a la ciudad de Tall Trees Town se encontraba una fortaleza subterránea, dentro de la cual estaba un hombre llamado Koroxhar. Koroxhar era un hombre de las Summer isles de pies a cabeza, su piel era de color como el ébano, sus ojos eran almendrados y su cabello era tan negro como el azabache, siendo a la vez muy rizado… O al menos esa había sido su apariencia anteriormente, pues ahora, cada vez que se veía en los espejos, veía a un hombre diferente, un hombre con la piel pálida como la leche. Uno de sus ojos permaneció como antaño, pero el otro, el izquierdo, se había vuelto rojo como la sangre y su esclerótica se había vuelto tan negra como el cielo de esta noche.
Aunque, esos no habían sido todos los cambios que había sufrido, pues él había cambiado tambien de manera psicológica. Había pasado de ser un mercader honrado a algo que ni el mismo habría reconocido si su yo antiguo lo viese. Todo había iniciado el dia en que mientras regresaba de la legendaria Asshai. Ese dia su barco había sido atacado por un barco pirata, el cual provenía de las Basilisk Isles. Aquel ataque fue repelido hasta el punto en que todos los piratas habían sido asesinados por las fuerzas de los arcos de Aurocorazon que todos sus hombres llevaban.
Cuando abordaron la nave enemiga, tomaron todo el botín y fue allí donde la vio… Aquella hermosa gema, tan brillante y pulida que dejaba en vergüenza a cualquier rubí que haya visto en su vida. Cuando tomó aquella gema, lo sintió, sintió voces susurrando, no a su mente, sino a su corazón. Aquellas voces sonaban con una voz tan melodiosa que no podía ser otra cosa que la voz de un dios. Los susurros de aquella voz le dijeron la verdad, que él no estaba destinado a ser un simple mercader, sino que estaba destinado a reinar por todas las islas que estaban en el mar del verano.
Armado con estos susurros, llegó a su hogar y presentó la piedra a los sacerdotes, para que todos escucharan la voz del dios, el cual le daba un derecho divino a reinar. Sin embargo, aquellos necios no obedecieron, sino que tacharon aquella gema como algo maligno, algo que buscaba dañar a su gente, por lo que, sin pensarlo dos veces le ordenaron que la destruya, pero él no obedeció. La noche de aquel dia, la voz le dijo que debía de hacer el máximo sacrificio para obtener su trono. Así que, al amparo de una noche sin luna ni estrellas, degolló a todos sus familiares, uno por uno, no hizo diferencia entre ancianos, adultos, niños, hombres o mujeres, no, todos fueron degollados mientras dormían. Tras cometer ese acto, huyó de la ciudad y se llevó consigo los corazones de sus recientes víctimas.
Al llegar a este lugar, ingresó a la parte más profunda de una cueva, donde dibujó un sello, siguiendo las indicaciones de aquellas voces. Cuando terminó de hacerlo, aplastó los corazones de sus anteriores víctimas y derramó la sangre en todo el sello, en cuyo centro había puesto la gema. La gema brilló por un instante, para luego volverse más pequeña, hasta que finalmente se volvió del tamaño de un puño y posteriormente se movió a una velocidad increíble, solo para terminar incrustándose en su pecho, en el lugar donde debería de estar su corazón.
Fue desde ese momento, en que el dejó de ser el mismo y se terminó convirtiendo en lo que era ahora, un avatar de un dios. Con el poder que le fue otorgado por la gema, levantó a varios esclavos, con los cuales construyó esta fortaleza. La fortaleza era prácticamente impenetrable, pues el único acceso era por la entrada principal, la cual era pequeño, estaba protegido por dos seres que había creado con el poder que le había otorgado.
'Todos mis leales guerreros han sido creados por el poder de un dios. Así que no hay deslealtad por parte de ellos.' Pensó Koroxhar mientras estaba sentado en su trono, el cual era un trono tallado en piedra, la cual estaba unida a la mismísima cueva. 'Solo es cuestión de tiempo para que mis tropas estén listas y cuando eso suceda, primero esta ciudad, luego toda la isla y finalmente todas las islas de Summer Isles serán mías.'
Los pasos de Jon eran tranquilos y suaves, al igual que sus amigos, quienes iban a pocos pasos de distancia de él. La razón por la que podían caminar sin hacer ruido era gracias a los encantamientos que todos estaban teniendo en las armaduras. Las armaduras que llevaban eran armaduras de cuero reforzadas, pues necesitaban ir lo más silenciosos posibles durante esta misión. Es por ello, que las armaduras que usaban eran de cuero negro y tenía la forma de una de las facciones que había en Skyrim. Dichas armaduras eran réplicas de las armaduras del «Gremio de Ladrones». Además, para esta misión llevaban armas diferentes a las que usaban normalmente. Atrás habían quedado las espadas largas y los escudos, siendo reemplazados por espadas cortas, dagas y arcos y flechas.
"Avancemos rápido, no quiero que la lluvia nos pille fuera de esa maldita cueva." susurró Grenn mientras se acomodaba la capucha de la armadura.
"Si, no quiero luchar mientras estoy empapado. Además, si las cuerdas de los arcos se mojan, será problemático para nosotros." Añadió Edd mientras miraba al cielo, el cual estaba nublado por nubes muy oscuras, las cuales eran un presagio de que esa noche llovería.
Jon miró a sus amigos y recordó cómo es que llegaron a esta situación.
Flashback
La tripulación del "StarWolf" se encontraba reunida en la habitación de una taberna, la cual estaba siendo protegida por Fantasma, el cual estaba fuera de la puerta, para servir de disuasión a que alguien que sea tan estúpida como para intentar espiarlos.
"¿Así que iras a una fortaleza subterránea a matar a alguien que parece que tiene una de esas piedras locas que estamos buscando?" preguntó Pyp mientras miraba a Jon.
"Si, iré a matar a un idiota y a recuperar esa piedra. Si realmente es una de esas piedras, sería algo muy, pero muy bueno, ya que con eso ya no tendremos que ir a Isle of Toads en las Basilisk Isles."
"Eso es bueno, la verdad es que no quiero ir a una isla llena de piratas." Comentó Sam.
"Si, si bien los Stepstones tenían antes piratas, ahora que están casi vacíos, bueno, eso permite tener un paso libre por esas islas. Algo que no es posible con los piratas que inundasen esas islas. Asi que, si logramos evitar ir allí, solo nos quedarían algunos lugares más antes de la locura final, ¿no?"
Las palabras de Grenn fueron recibidas por un asentimiento de los presentes, quienes miraron a Jon.
"Entonces, ¿Cuál es el plan?" preguntó Sam, mirando a su amigo a los ojos.
"¿Plan?"
"Si, plan. Supongo que tenemos que hacer uno para poder colarnos en la fortaleza esa."
"No hay un colarnos. Voy a ir solo, ustedes se quedan aquí."
"Oh, no. Nosotros tambien vamos." dijo Grenn mirando a Jon a los ojos, mientras sus amigos asentían, ya que ellos tambien querían ir con Jon a luchar.
"Si, Jon. No vamos a dejarte ir solo." Añadió Pyp con una sonrisa.
"Exacto, pues si mueres nos jodemos, ya que nadie sabe cómo navegar ese barco."
Las palabras de Edd provocaron que todos lo miraran.
"No era necesario decir eso, Edd." dijeron al unísono Grenn y Pyp.
"Pero es la verdad. Si Jon muere, nos quedamos atrapados en esta isla."
"Bueno, eso es cierto, pero no tenías por qué decirlo así. Hiciste que el ambiente cambiara, ya parecía una escena épica de unos amigos leales que no quieren que su líder de grupo muera. Ahora, parecemos unos interesados."
Jon miró el intercambio de palabras de Grenn, Pyp y Edd con una sonrisa en el rostro. Levantándose, miró a sus amigos y llevando su mano a su bolso, sacó el dispositivo que Edzard había usado hace años para mostrarle el mapa de Westeros.
"Bueno, ya que están dispuestos a venir, ¿Comenzamos?"
Fin Flashback
'La planificación fue sencilla, infiltrarnos lo más sigilosamente posible, matar a todos los enemigos posibles hasta llegar al líder y luego matarlo para finalmente recuperar esa piedra sello.' pensó Jon mientras se acercaban a la fortaleza.
El grupo de cinco, pues Daenerys se había quedado con Fantasma en la posada, continuó caminando por los caminos montañosos de la región. Estuvieron caminando unas buenas horas, llegando al lugar de la entrada de la fortaleza casi a la hora del lobo.
"La hora del lobo… Parece que es una buena hora para atacar una fortaleza." dijo Grenn, mientras él y el resto de los presentes sacaban sus arcos y colocaban una flecha en sus arcos.
"Si, la hora hace que seamos más difíciles de localizar." dijo Jon mientras entrecerraba los ojos para ver a los vigías. El hechizo de «visión nocturna» le permitió ver que había dos personas que hacían guardia en las afueras de la cueva. La entrada de la cueva se encontraba entre dos salientes de una montaña, siendo una puerta doble de madera simple.
"Parece que solo hay dos guardias allí." dijo Jon mientras comenzaba a apuntar hacia donde estaban los dos enemigos. "Tienen unas armaduras que son corazas de acero con guanteletes y grebas, pero parece que no llevan cota de malla debajo de la placa."
Las palabras de Jon provocaron que los otros cuatro presentes lo miraran con los ojos en blanco.
"Jon… solo tu usarías cota de malla por debajo de la placa." comentó Edd.
"Si, el resto de los mortales no usamos tanta cosa. El peso no nos dejaría movernos muy bien."
Los ojos de Jon parpadearon hasta que finalmente recordó que era verdad, que de su grupo solo él tenía superfuerza, mientras que sus amigos solo tenían la fuerza de un humano normal. Tras recordar aquello, el hijo bastardo de Ned solo sonrió de manera incomoda, para luego hacer señas.
El grupo de amigos siguió avanzando de manera silenciosa y cuando estuvieron a escasos metros de salir de la protección que les brindaba el amparo de la noche junto con algunos árboles de la zona, Jon volvió a hacer una seña. Todos se detuvieron y comenzaron a formarse de manera ordenada en una sola línea.
"No sabemos si son seres humanos o alguna construcción mágica." señaló Jon mientras llevaba una flecha de su carcaj al arco. "Por eso cada disparo es valioso. Si dejamos a uno con vida, dará la alarma y estaremos más rodeados que pedazo de pan en Flea Bottom."
La frase que Jon usó para hacer referencia a lo que sucedería si fallaban causó preocupación en los cuatro amigos de este, ya que ellos habían visto el barrio marginal de King's Landing y habían oído lo que sucedía allí. Así que, el solo imaginarse algo así, provocó que un escalofrío recorriera sus espaldas.
"N-no nos presiones, Jon." dijo Pyp con un poco de dificultad.
"Si, Jon. Si nos pones nerviosos, es obvio que fallaremos los disparos." dijo Grenn mientras sacaba una flecha de su carcaj.
"Siempre me imagine morir de muchas maneras, la de ser comido estaba en el segundo lugar de mi lista." comentó Edd, el cual ya estaba apuntando con su arco.
Jon los vio y puso una sonrisa al ver que ninguno de ellos titubeaba al apuntar, pues incluso Samwell estaba que apuntaba su flecha de manera casi profesional. Soltando un suspiro, Jon volvió a mirar al frente y tambien apuntó. Sus manos se movieron, tratando de encontrar el momento y la posición adecuada para atacar, ya que estar tensando el arco tanto tiempo era algo agotador.
'No entiendo porque algunos comandantes suelen decir: Arqueros, carguen, apunten y luego disparen. Los segundos que se usan en esos pequeños momentos son cansadores para los arqueros. Lo mejor cuando no son ataques furtivos en gran grupo es simplemente ordenar: Fuego a discreción. Esto hará que sean los propios arqueros los que ataquen y gracias a que no todos recargaran a la misma velocidad eso permitirá que las flechas caigan de manera continua.' Pensó Jon unos segundos, para luego susurrar una orden. "Fuego a discreción."
Al momento en que la orden abandonó los labios de Jon, los cuatro amigos de este soltaron de manera simultánea las cuerdas de sus arcos. Las flechas que salieron de dichas armas surcaron el cielo nocturno, cubriendo la distancia entre ellos y los dos guardias rápidamente. Las cuatro flechas impactaron en sus presas, pero lo hicieron en diferentes lugares. La flecha de Grenn impactó en el cuello de uno de los dos guardias y la de Pyp impactó en su boca, mientras que la de Edd impactó en el hombro del otro enemigo. La de Sam impactó en la armadura del enemigo, lo que hizo que este solo se tambalease y no muriese ahogándose en su sangre. Cuando él se preparaba para dar la alarma, una quinta flecha, la de Jon, impactó en su garganta, silenciándolo. Aunque, no solo eso, sino que la fuerza de la flecha terminó clavando a su enemigo en una de las vigas de madera que había en la parte externa de la entrada a aquella fortaleza subterránea.
"¿Qué pasó, Sam? ¿Por qué fallaste tu tiro?" preguntó con un susurro Pyp con preocupación.
"Yo…. Yo…"
Lo que sea que iba a decir el hijo de casa Tarly, fue interrumpido cuando Jon le dio un suave golpe en el hombro.
"Tranquilo Sam." Dijo Jon mientras miraba la mano de su amigo. "No existe el arquero infalible, incluso un arquero veterano es capaz de fallar en algunas ocasiones."
Las palabras de Jon provocaron que el joven Tarly se sintiera mejor, por lo que puso una sonrisa en su rostro mientras él y el resto se levantaban para comenzar a caminar hacia la entrada. Cuando llegaron a la entrada, Jon se arrodilló y quitándole los cascos a los dos cadáveres vio algo que le causó un poco de repugnancia. Y es que, allí, bajo aquellos cascos había cadáveres, bueno, es decir que los cuerpos no eran de personas recién fallecidas.
"Jon ¿Qué mierda es eso?" preguntó Grenn, quien sintió algo de asco al ver el cadáver, ya que al estar cerca ahora podía oler la peste que desprendía.
"Parece que son no muertos, pero hay algo raro con ellos. Pese a que están en un estado de descomposición algo avanzado, estos aún se mantienen en un estado más que decente en las partes importantes. Por ejemplo, sus tendones y los músculos principales de su cuerpo aún siguen estando en relativas óptimas condiciones, además, sus ojos están en más que un buen estado, lo que les permite ver casi como un humano vivo y sano. Si lo que acabó de mencionar es real, entonces es posible que el resto de sus sentidos aun funcionen con normalidad."
La respuesta que Jon dio a la pregunta de Grenn hizo que todos entendieran lo que sucedía, por lo que hablaron al unisonó, diciendo una palabra que resumía todo en gran parte. "Nigromancia…"
"Si, en cierto sentido." Añadió Jon mientras miraba el armamento que llevaban los cadáveres. "Parece que están bien armados."
"Si, se puede ver." Dijo Sam, quien se agachó y tomo la espada que tenían los muertos. Si bien nunca tuvo mucho interés en las conferencias del arte de la guerra de la Citadel, él sabía que los Lores de Westeros apreciaban a un maestre con conocimiento en la guerra, por lo que había asistido a algunas conferencias del archimaestre de esa materia. Fue así como el aprendió a diferenciar en cierta medida la calidad de un arma. "Son armas de acero de muy buena calidad, casi se podría decir que son armas forjadas en un castillo."
"Ummm…. Esto es raro. ¿Cómo le hizo para obtener estas armas?" preguntó Grenn mientras miraba a sus amigos. "Según la sacerdotisa, nadie en la ciudad comercia con ese mercader desde que huyó tras matar a toda su familia."
"Si, pero él era mercader, por lo que puede que haya obtenido un contacto fuera de esta isla para obtener estas armas." Respondió Sam de manera rápida.
"Sam tiene razón, eso explica las armas. Puede que haya llegado a un acuerdo con alguien por la venta de estas armas. Asi que, tras esto tendremos que investigar un poco para saber si hay alguien más involucrado, ya que esa persona tambien puede estar bajo la influencia de esa piedra." Dijo Jon, decidiendo que cuando esto termine haría una investigación rápida para verificar que no haya otra persona bajo la influencia de esta piedra sello.
Tras aquello, el grupo comenzó a desvalijar a los cadáveres de sus armas y armaduras para luego guardarlas en sus bolsas mágicas, ya después se repartirían todo el botín.
Mientras Jon y el resto se adentraba en la fortaleza enemiga, en el centro más profundo de la misma, se podía ver que Koroxhar. El antiguo mercader estaba sentado en su trono cuando de la nada sintió que algo había pasado con sus sirvientes. Él no sabía que pasaba, pero había perdido la conexión que tenía con dos de sus sirvientes, los cuales eran los que estaban estacionados en la entrada. Asi que, sintiendo que algo pasaba en su fortaleza, se levantó de su silla y mirando a sus sirvientes, movió una mano y estos comenzaron a acercarse a él.
Cuando todos estuvieron frente a su trono, él se levantó y mirándolos dio una orden.
"Parece que hay intrusos. ¡Búsquenlos y elimínenlos!"
La voz de Koroxhar contenía autoridad y furia, pues al fin pudo entender lo que sucedía. Los intrusos fueron descuidados y habían dejado los cadáveres intactos, por lo que pudo enviar un poco de poder a ellos y ver los últimos momentos. Eso le permitió ver como los dos guardias morían por ataque de flechas. Aquello lo desconcertó, ya que se suponía que ellos eran más fuertes que un humano normal, pero parecía que no era del todo verdad, pues habían sido asesinados fácilmente por dos ataques sorpresa.
Los no muertos que estaban en la sala rápidamente gruñeron en respuesta a las órdenes de su maestro y comenzaron a salir de la sala, dejando a Koroxhar solo, para que pueda pensar en que hacer en caso de que sus sirvientes fallaran.
'Demoré un año en reunir toda la fuerza que tengo, no dejare que nadie destruya la fuerza que me llevara a mi destino.' Gruñó Koroxhar mientras volvía a sentarse en su trono a esperar que sus sirvientes maten a los intrusos. 'Los idiotas que se han atrevido a adentrarse en mis dominios son simples humanos. No son una amenaza para el avatar de un dios.'
La espada corta de Jon atravesó la garganta de un no muerto, provocando, irónicamente, que vuelva a morir. El cuerpo cayó de manera abrupta, haciendo un poco de eco, el cual no fue escuchado por ninguno de sus compañeros no muertos, pues al lado de Jon se estaban llevando a cabo varias batallas. Y es que, alrededor de Jon estaban sus amigos, luchando contra otros no muertos.
Grenn esquivaba magistralmente, o lo que el llamaría magistral, los ataques del no muerto contra el que luchaba. Dicho no muerto vestía una armadura de cota de malla con algunas piezas de armaduras de placas y llevaba como arma una espada un tanto curva con un escudo redondo. El no muerto movía su espada de un lado a otro, tratando de matar al joven, pero para su mala suerte, él no podía hacerlo, ya que Grenn se estaba defendiendo muy bien usando su espada para desviar y parar los golpes.
La frente de Grenn estaba con el ceño fruncido, ya que estaba manteniendo lo mejor que podía su concentración, pues no quería que un error le quite la vida. Estuvo haciendo eso durante unos segundos, hasta que el no muerto lanzó un corte vertical, el cual fue esquivado cuando el dio un paso al lado. Además, cuando el hizo eso, vio que el escudo del no muerto estaba en una mala posición, lo que le dejó la oportunidad perfecta. Aprovechando aquella oportunidad, el joven guerrero movió su espada rápidamente y cortó en un lugar no protegido por la armadura de su enemigo. Si el no muerto no fuese una criatura levantada con nigromancia seguro hubiese muerto por la asfixia de ahogarse con su propia sangre, pero eso no se dio aquí, ya que el no muerto solo cayó al suelo, sin hacer otro ruido más que el generó al tocar el suelo.
Al mismo momento en que el cadáver del enemigo de Grenn caía al suelo, en la sala tambien resonaban los sonidos de otros tres cadáveres cayendo al suelo. Mirando a un lado, Grenn y Jon miraron como los otros no muertos, los cuales estaban luchando contra sus otros amigos, caían muertos. Todos los no muertos habían muerto de manera similar, es decir, degollados, pues vestían armaduras de cota de malla con algunas piezas de placas, haciendo que sean un poco más difícil de matar con espadas cortas.
"Uff…. Eso fue agotador." Comentó Pyp mientras se acercaba a sus amigos con una sonrisa en el rostro.
"Si, esas cosas luchan bien, para estar muertos." Dijo Edd, haciendo una broma extraña.
La mala broma de Eddison provocaron que todos lo miraran de manera rara, lo que terminó provocando que suelte un suspiro.
"Fue un mal chiste, Ed." Comentó Grenn con los ojos en blanco.
"Si, Edd… lo tuyo no son las bromas, eso déjamelo a mí."
"Si, déjaselo al mimo con experiencia." Dijo Grenn con una sonrisa en el rostro.
"¡Oye!" gritó Pyp, haciéndose el ofendido mientras hacia una mueca al mirar a Grenn.
La forma en que el joven de grandes orejas miraba a Grenn provocó que todos soltasen una pequeña risa.
"Está bien… ya nos reímos, ahora tenemos que ir a lo nuestro." Dijo Jon cuando dejó de reír.
"Si. Tenemos que darnos prisa." Dijo Sam mientras comenzaba a seguir a Jon, el cual había comenzado a caminar por los túneles que eran la fortaleza.
El grupo de cinco amigos caminaron a pasos suaves, pero firmes, pues tenían que ir pisando con pie de plomo. Esto se debía a que habían sufrido un ataque sorpresa por una trampa no hace mucho. La trampa había sido accionada por una baldosa falsa, la cual accionó un mecanismo que lanzaba dardos hechos de hierro forjado. Afortunadamente, ninguno resulto ser atrapado por esos dardos gracias a que Jon los arrojó al suelo de manera rápida, evitando que los golpeen. Cuando la trampa dejó de funcionar, rápidamente se levantó y llegaron a la sala donde lucharon contra esos no muertos de antes.
"Debemos de tener cuidado. No queremos que-"
Las palabras de Pyp fueron interrumpidas cuando Jon lo jaló de la capucha.
La acción de Jon provocó que Pyp intentase recriminarle por hacer eso, pero sus palabras murieron en el instante en que vio como una especia de ariete golpeaba la pared del lugar donde había estado antes.
"Eso estuvo cerca" dijo Jon mientras soltaba a Pyp.
"Si…" Dijo el joven de orejas grandes mientras su mente aun trataba de procesar que casi muere por una trama
"Casi te dejan como puerta de fortaleza, Pyp." Dijo Grenn con burla mientras pasaba al lado de su amigo y le daba un golpe en el hombro para hacerlo volver en sí.
Tras aquello, el resto de los chicos pasó a lado de Pyp, el cual logró volver en si unos segundos después, para luego de aquello comenzar a caminar hasta alcanzar a sus amigos.
El grupo continuó su caminata, matando de manera rápida y sorpresiva a todo no muerto con los que se toparon. Estuvieron haciendo aquello por un buen rato, hasta que finalmente llegaron a una habitación, cuya entrada era una puerta doble.
"Asi que… ¿Es aquí?" preguntó Sam mientras miraba la puerta.
Jon dio unos pasos y acercándose a la puerta, colocó una mano y comenzó a sentir la magia en el ambiente, o al menos a tratar de saber si había magia. Cuando sus ojos se cerraron, sintió un pulso de magia caótica y asquerosa surgir del otro lado. La repugnancia que sintió al sentir esa asquerosidad fue tal que tuvo que luchar para evitar regurgitar su almuerzo.
"Jon." dijeron de manera baja los amigos de este al ver que el hacia arcadas, pero sin lograr vomitar.
"E-es atrás de esta puerta." Dijo Jon mientras tomaba algunas respiraciones para evitar que la sensación tan espantosa que le provocaba esa aura lo volviese a afectar. Tras unas pocas respiraciones al fin se sintió lo suficientemente bien como para continuar. Asi que, extendiendo su mano izquierda, conjuró una esfera roja allí. El hechizo que estaba usando se llamaba «Detectar vida», un hechizo que le permitirá detectar la fuerza vital de una persona, por lo que, si había personas vivas tras esa puerta, él lo sabría. Si bien el no esperaba ver algún signo de vida, se sorprendió al ver que, si había una mancha roja en aquella habitación, lo que indicaba que allí había un ser vivo. Al ver eso, Jon estuvo tentado a abrir la puerta y lanzarse a atacar, pero al recordar los no muertos a los que habían matado hace unos momentos, deicidio usar otro hechizo para ver si había algún enemigo más. Volviendo a levantar la misma mano, el hijo bastardo de Ned Stark usó «Detectar muerte», con el cual pudo ver que había unos cuantos no muertos en esa sala.
"¿Jon?" preguntó Edd al ver que su amigo dejaba de usar magia.
"Hay mas no muertos dentro de la sala."
Las palabras de Jon provocaron que sus amigos se miraran de reojo unos segundos, para luego ser Sam el que hiciera una pregunta.
"Jon, ¿Cuántos son?"
"Unos diez, aunque puede que haya más. No lo sé de manera exacta, ya que la sala es más amplia de lo que esperábamos."
"¿En serio?" preguntó Grenn con curiosidad.
"Si, es casi tan grande como el gran salón de una pequeña fortaleza."
"Ummm…. Ya veo, por lo que serán unos cincuenta metros cuadrados." Comentó Sam mientras se llevaba la mano al mentón. Tras pensar unos segundos se dio cuenta de algo. "Si la habitación es tan grande…"
"Podremos usar nuestras armas regulares." Interrumpió y completó Pyp, el cual tenía una sonrisa en el rostro.
"Si. Eso el bueno, ya que nuestras armas ahora están encantadas, lo que nos hace más fuertes." Dijo Edd con una sonrisa.
Jon miró a sus amigos y asintió, pues era verdad ya que con armas encantadas las batallas se les harían un poco más fácil. Asi que, tras aquello, los cinco jóvenes desabrocharon sus armas y guardándolas en sus bolsas, sacaron sus armas regulares, las cuales estaban encantadas con diversos hechizos. Junto a sus armas, Grenn, Pyp y Eddison tambien tomaron un escudo cada uno, ya que esa era su forma de lucha.
"Bien, ¿Están listos?" preguntó Jon mientas sostenía a «Gandravar» en su mano derecha, mientras mantenía su otra mano libre para poder usar sus hechizos de ser necesario.
Los cuatro amigos del bastardo de Winterfell asintieron, diciendo así que estaban listos para lo que se venía.
Al ver la afirmación de sus amigos, Jon dio unos pocos pasos hacia atrás y tras tomar una respiración rápida, dio unos pasos al frente y cuando estuvo a punto de llegar a la puerta nuevamente, levantó su pie derecho y le dio un fuerte pisotón a la puerta.
La puerta, la cual parecía ser de roble, crujió mientras intentaba en vano mantenerse de pie ante el impactó del golpe. Las bisagras chirriaron unos segundos hasta que finalmente cedieron ante la presión a la que estaban siendo sometidas. La puerta se partió en cinco partes, las cuales salieron disparadas hacia el interior de la sala, matando de manera fortuita a dos no muertos, los cuales fueron empalados por la madera, quedando atravesados por el abdomen.
"¡muévanse rápido y mantengan un ojo sobre ustedes mismos!" gritó Jon a sus amigos mientras comenzaba a correr hacia su enemigo, el cual estaba sentado en un trono viendo lo que había sucedido sin mucha sorpresa.
Grenn, Pyp, Sam y Edd asintieron y sin pensarlo dos veces se lanzaron contra los no muertos restantes, dejándole el paso libre a Jon para que pueda luchar contra el que estaba sentado en el trono.
Al ver a sus amigos comenzar sus luchas, Jon no perdió tiempo y comenzó a correr hacia el trono. Él se acercaba con gran velocidad hacia el hombre allí sentado, un hombre que él sabía que se llamaba Koroxhar, pero cuando llegó a unos diez metros de distancia del trono, se vio forzado a dar un salto hacia atrás, pues el isleño movió su mano derecha rápidamente, y de ella surgió una ráfaga de Magicka, la cual comenzó a congelar el suelo a gran velocidad.
'Magia de hielo…' Pensó Jon mientras aterrizaba y tomaba una postura que le permitiera cambiar de defensa a ataque fácilmente. 'Magia de hielo que puede congelar todo tan rápido…. Si, debe de estar potenciada por alguna habilidad o, mejor dicho, la piedra esta que refuerza sus poderes…'
Aquellos pensamientos fueron el resultado de un análisis rápido de la situación, la cual él pudo entender un poco gracias a que pudo ver la gema que buscaba en el pecho de su enemigo.
"Umm…. Nunca creí que alguien pudiese esquivar ese ataque tan fácilmente." Dijo Koroxhar mientras se levantaba de su trono. Comenzando a caminar hacia Jon, el comenzó a mover sus de dedos de manera algo despreocupada mientras un poco de Magicka se hacía presente entre ellos. "Dime algo, ¿Tu tambien eres un elegido por los dioses?"
La pregunta del extraño ser frente a sus ojos hizo que Jon lo mirara con cierta curiosidad, pero luego de un par de segundos de mirarlo, solo puso una sonrisa burlesca. "¿Elegido por los dioses? ¡Puf! Je, je, je… Por favor no digas idioteces Hace siglos que los dioses no escogen campeones para hacer su voluntad en el mundo."
Las palabras de Jon resonaron en la mente de Koroxhar, provocan que este se llenara de ira.
"Bastardo…. ¿Cómo? ¡¿Cómo te atreves a decir esas blasfemias?!" gritó Koroxhar mientras la gema en su pecho comenzaba a brillar más intensamente que antes, provocando que Jon se llevara una mano a sus ojos para disminuir la luz que impactaban en ellos.
'Tch… esta que aumenta el poder que su cuerpo recibe de la gema.' Pensó Jon mientras miraba como alrededor de donde estaba la gema en el pecho de Koroxhar las venas se volvían más voluminosas hasta hacerse claramente visibles. Aunque, no solo pasó eso, pues tambien comenzaron a aparecer varias líneas negras, las cuales comenzaron a llenar el cuerpo de Koroxhar formando una especie de tatuaje extraño.
"¡Te matare! ¡Te matare por tus blasfemias!" gritó Koroxhar mientras sus manos comenzaron a llenarse de Magicka, la cual comenzó a convertirse en pequeños vientos helados. "¡Muereeeee!"
Tras aquel gritó de Koroxhar, este movió ambas manos y apunto con ellas a Jon. un segundo después, de estas surgió una ola de energía azul, la cual avanzó rápidamente hacia Jon.
El bastardo de Eddard Stark miró la onda de energía helada que se dirigía hacia él. La forma en que se movía indicaba claramente que era un ataque de tipo de área, el cual había sido lanzado de manera que se enfoque en él y le cortase las salidas, ya que con cada metro que avanzaba su rango iba ampliándose.
'Parece que tendré que saltar para esquivar-. ¡Mierda!' los pensamientos iniciales de Jon fueron interrumpidos cuando vio lo que pasaba con el ataque de su enemigo. Y es que, ante sus ojos decenas de picos de hielo comenzaron a surgir del suelo por el lugar en que la onda de magia había pasado. Al ver esto, Jon supo que tenía que hacer algo, pues si no hacía nada este ataque terminaría por atrapar a sus amigos. Él sabía que ellos estaban en peligro porque los había visto de reojo, así que, sabiendo que debía de mantener a salvo a sus amigos de este tipo de ataque, tomó su arma con ambas manos y concentrándose, hizo que la hoja de su espada se llenara de Magicka. Un segundo después de que la hoja se cubriera de Magicka, esta fue cubierta con fuego mágico.
Tras ver su arma lista, Jon tomó un poco de aire y sin perder otro segundo, corrió hacia el ataque enemigo para terminar deteniéndose de manera abrupta cuando estuvo a escasos metros de este. Al ver el ataque llegar, el movió su espada y dio un solo barrido horizontal, con el cual destrozó varios de los picos de hielo. Para fortuna del bastardo de Winterfell, ese ataque terminó por detener el ataque de su enemigo. Tras aquello, no perdió tiempo y sin pensarlo, cargó contra Koroxhar a gran velocidad.
Koroxhar vio entre su ira como su ataque había sido detenido, algo que no debería de haber pasado. El shock que sintió hizo que no lograse percatar de que Jon se estaba acercando peligrosamente a él. Cuando volvió en sí, vio como el arma de Jon, la cual aún estaba cubierta de fuego, se acercaba peligrosamente a su cuerpo. El miedo que sintió ante esto provocó que la gema brillara por un segundo, haciendo que su cuerpo se cubriera de relámpagos azules.
Los ojos de jon se abrieron como platos cuando vio como Koroxhar se convertía en una especie de relámpago y se movía a un lado, llegando al otro extremo de la sala. Un segundo después de aquello, Jon sintió un dolor punzante en su espalda, pues Koroxhar se había movido de la pared hacia él de manera casi instantánea, logrando impactarle en la espalda y terminando por hacer que este saliese disparado algunos metros.
'Mierda, eso duele.' Pensó Jon cuando se detuvo, mientras hacia una mueca de dolor, ya que el lugar donde había recibido aquel golpe le provocaba un dolor punzante. 'Ese maldito ha usado «Relámpago Viviente», un hechizo de magia usado por magos en la segunda era, el cual te convierte en un relámpago para esquivar y atacar. Si bien ese hechizo es útil, para tu maldita mala suerte, Edzard conocía hechizos de la segunda, tercera y cuarta era. Y el me enseñó varios de ellos.'
Tras aquel pensamiento, Jon maniobró en el aire y terminó cayendo de pie, pero no de manera grácil, pues dio unos pocos tumbos antes de estabilizarse. Cuando volvió a estar estable, cargó una gran cantidad de Magicka en su mano, y cuando sintió que todo estaba listo, apuntó esa mano hacia Koroxhar. De la nada, se escuchó un trueno y de manera instantánea un relámpago surgió de la mano del aprendiz del Dovahkiin y viajó contra Koroxhar.
Los ojos de Koroxhar se abrieron de horror cuando vio el ataque llegar contra él, pero sintió que podría esquivarlo si usaba el poder que había usado antes. Asi que, volviéndolo a usar, logró esquivar el ataque de Jon, el cual impactó en la pared y terminó creando un pequeño cráter del tamaño de una cabeza. Cuando Koroxhar estuvo en otro lado de donde había estado previamente, sintió que se había salvado por los pelos. Sin embargo, para su sorpresa y horror, Jon apareció frente a él y moviendo su espada, intentó matarle. Cuando el arma de Jon estuvo por impactar en él, la gema en su pecho volvió a brillar. Esto hizo que en la mano de Koroxhar apareciera una especie de espada fantasmal.
Koroxhar sintió un hormigueo en su espalda y un segundo después, logró mover la espada para detener el ataque de Jon.
¡Clank!
El sonido secó de dos armas chocar resonó por toda la habitación, provocando que los amigos de Jon, lo cuales estaba luchando contra esos no muertos, girasen para ver lo que pasaba y lo que vieron les asombró de sobre manera. Esto se debía a que Jon se encontraba forcejeando contra Koroxhar, el cual estaba que lograba igualar la fuerza sobre humana de Jon. La vista de aquello preocupó al grupo de Jon, el cual sintió escalofríos cuando vieron aquello, pues ellos habían visto de primera mano la fuera de su amigo y él no era para nada débil, no, él era lo suficientemente fuerte como para abollar una armadura de placas con relativa facilidad usando solo sus puños. Si bien aquella vista les provocó asombro, ellos tenían fe en su amigo, por lo que volvieron a concentrarse en su propia lucha, ya que, si no lo hacía, era posible que muriesen debido a algún ataque.
Mientras sus amigos volvían a luchar, Jon forcejeaba con Koroxhar, tratando de matarlo. Si bien estaba sorprendido por lo que pasaba, el entrenamiento que había recibido de parte de Edzard lo había preparado para mantenerse enfocado en el combate, evitando que se distraiga.
"Eres más fuerte de lo que aparentas." Dijo Jon mientras aplicaba más fuerza en su ataque.
La respuesta de Koroxhar fue un gruñido para luego volver a usar el poder que haba suado antes. Cuando Koroxhar usó ese hechizo, usó su forma de relámpago para golpear a Jon en el pecho y hacerlo volar varios metros hasta que cayó de manera sorda en el suelo.
"Ah… ah… eso… sí que dolió." Gruñó jon entre jadeos, pues el golpe le había dejado sin aire. Mientras se levantaba, una sonrisa se hacía presente en el rostro de Jon el cual sentía que su sangre de lobo comenzaba a correr con fuerza por sus venas. Había pasado tiempo desde que lo habían golpeado de esta manera. No había recibió un golpe así desde sus días de entrenamiento con Edzard. Por lo que, volviendo a sentir la emoción de la batalla, la emoción de que, si no tenía cuidado podría morir, Jon volvió a tomar su arma con ambas manos, para luego prepararse para luchar con más habilidades que antes.
Tomando un poco de aire, Jon se lanzó contra su enemigo de manera rápida, para lograr matarlo de manera simple y efectiva. Mientras corría, Jon tuvo que lanzarse al suelo y rodar, pues Koroxhar le lanzó una bola de relámpagos, la cual al ser esquivada por Jon impactó en la pared, creando una pequeña explosión de relámpagos, la cual calcinó parte de la pared. Tras esquivar dicho ataque, Jon siguió corriendo, pero tuvo que detenerse de manera abrupta cuando Koroxhar hizo que varios fragmentos de cristales oscuros cayeran sobre él. Al ver llegar esos ataques, Jon movió su mandoble y comenzó a cortar cada fragmento que pudo. Lamentablemente, no pudo destruirlos todos, ya que eran muy, pero muy rápidos. Eso hizo que estos terminasen provocándole algunos cortes, pues la armadura que llevaba no era la más resistente que podía tener, ya que el cuero endurecido era más débil que el acero.
La forma herida de Jon hizo que Koroxhar sonriera de manera divertida y de vitoria, ya que pensó que Jon estaba por morir. Sin embargo, eso pronto resultó en ser su perdición, ya que el movió su mano derecha y lanzó un fragmento de obsidiana hacia Koroxhar. El nativo de las Summer Isles vio llegar el ataque, por lo que se movió hacia su derecha, ya que el ataque no era muy rápido y era fácilmente esquivable. Sin embargo, mientras el esperaba con eso haber evitado el ataque, nunca supo que aquel movimiento era algo que Jon había esperado y previsto, por lo que al ver que se había movido, lanzó otro hechizo, el cual se llamaba «Agarre Imparable». Dicho hechizo lanzaba una cadena de fuego, la cual terminó atrapando a Koroxhar.
"¡ARGGHHH!" fue el grito que Koroxhar soltó al momento en que la cadena agarró su cuerpo. El gritó se originaba por que Koroxhar sintió un dolor atroz al momento en que esas cadenas tocaron su piel, pues estaban hechas de fuego, no, estaban hechas de lava.
Al ver a su enemigo atrapado por la cadena, Jon jaló con fuerza, provocando que este fuera atraído hacia donde estaba el. El cuerpo de Koroxhar se movía a gran velocidad, mientras este intentaba huir usando «Relámpago Viviente». Sin embargo, por alguna razón él no podía volverse nuevamente un relámpago viviente.
Al ver que Koroxhar intentaba huir, Jon decidió acabar con todo en un solo movimiento, o al menos un solo hechizo. Dando un paso al frente, el aprendiz de Edzard levantó a «Gandravar» y la colocó en posición como si fuese la punta de una lanza. Tras aquello, el arma comenzó a ser infundida por Magicka, comenzando a cambiar de forma. «Gandravar» comenzó a volverse más delgada con cada segundo que pasaba, hasta que finalmente pareció la punta de una verdadera lanza, y un segundo después, fue cubierta por una luz dorada, la cual tomó la forma de una lanza.
Cuando el arma de Jon terminó su metamorfosis, el vio que su enemigo estaba a la distancia perfecta para lo que haría. Asi que, moviendo la lanza a grandes velocidades, comenzó a dar estocadas rápidas con la lanza, la cual se formó gracias a un hechizo llamado «Lanza Aedrica». El color dorado del arma se debía a que este hechizo pertenecía a la escuela de restauración.
"¡AHHHHH!" Koroxhar comenzó a gritar con cada estocada que Jon le daba.
La lanza se movía a grandes velocidades, perforando la carne de Koroxhar, creando heridas profundas y viciosas, las cuales comenzaron a supurar grandes cantidades de sangre. La sangre que salía no era roja, sino que era negra y tenía un a peste similar a la que obtiene el pesado en descomposición. Si bien el aroma era fatal, eso no hizo que Jon dejase de atacar. Cuando el ataque de Jon se detuvo, el cuerpo de Koroxhar cayó al suelo de manera sorda.
Jon vio a Koroxhar en el suelo y pudo percatarse de que se estaba curando, pues las heridas que tenía estaban comenzando a emanar una pequeña cantidad de humo. Al ver esto, el frunció el ceño y sabiendo que tenía que terminar con esto para evitar que él se vuelva a poner de pie y continuar con una lucha que ya había ganado, Jon se acercó y colocándole un pie en la boca del abdomen, se agachó y tomando la piedra con su mano izquierda, comenzó a intentar sacarla del cuerpo de su enemigo.
Koroxhar soltó un potente chillido cuando Jon comenzó a tirar de la piedra que estaba incrustada en su pecho. El dolor que comenzó a sentir fue atroz y no se comparaba con cualquier cosa que se pudiese describir. El dolor fue tal que Koroxhar movió sus extremidades heridas e inútilmente intentó detener a Jon tomando su brazo con ambas manos. El nativo de Summer Isles comenzó a intentar hacer que Jon soltase la piedra, pero por más que lo intentaba, no podía.
Jon siguió tirando de la piedra con fuerza, pero al ver que no podía sacarla con la cantidad de fuerza que estaba usando, decidió usar más fuerza. Por ello, comenzó a jalar con más ahínco, provocando que la base del esternón de Koroxhar se rompiera bajo la presión de su pie y la fuerza que estaba usando en su brazo.
"¡AGHHHH! ¡SAL DE UNA MALDITA VEZ!" Gritó Jon con fuerza, mientras aplicaba aún más fuerza que antes.
¡Plop!
La gema que estaba en el pecho de Koroxhar salió con un sonoro plop húmedo, dejando un gran hueco en el pecho de su antiguo huésped. En el mismo momento en que la piedra fue extirpada, Koroxhar dejó de moverse, quedando inmóvil en el suelo mientras sus ojos se apagaban. Lentamente, las facciones del nativo de Summer Isles volvieron a lo que eran antes, mostrando que su cambio se había debido a la gema que había tenido incrustado en su pecho.
Ya con dicha gema en su mano, Jon comenzó a verla más de cerca, pero no pudo hacerlo por mucho tiempo, pues fue interrumpido.
"Parece que terminó." Dijo Grenn, el cual llegaba junto al resto de sus amigos a donde estaba Jon.
"Si… ¿Qué sucedió con los no muertos?" preguntó Jon mientras se ponía de pie.
"Desaparecieron en el momento en que ese idiota murió." Dijo Pyp.
"Ya veo." Dijo Jon mientras miraba a sus amigos.
"Parece que era tan fuerte como pensamos cuando vimos que lograba darte un buen golpe." Comentó Grenn mientras miraba el cuerpo del muerto.
"Te equivocas, Grenn." Contestó Jon, llamando la atención de sus amigos.
"¿Qué quiere decir, Jon?" preguntó Edd. "¿Él era más fuerte que tú?"
La pregunta del hijo de la casa Tollet provocó que el resto de los jóvenes miraran a Jon.
"Asi es." respondió Jon de manera rápida y tajante.
"P-p-pero…. Si te vimos matarlo…" señaló Sam con un poco de temor en su voz.
"Si, pero eso se debió a que él no ha tenido el entrenamiento que he tenido yo." Comentó Jon mientras miraba más de cerca al cadáver que estaba frente a él. "Si hubiese tenido un par de años con la gema en su cuerpo, es posible que se hubiese convertido en alguien muy poderoso al cual no hubiese podido vencer sin la ayuda de una armadura encantada especialmente para la batalla."
"Asi que era muy fuerte…. Eso es inesperado…" dijo Edd mientras soltaba un suspiro. "¿Crees que las piedras que faltan podrán parasitar a otros humanos?"
"No lo sé, pero es posible que sí."
"Eso quiere decir que debemos tener cuidado con estas cosas, ¿verdad?"
"Si. No podemos bajar la guardia." Fue la respuesta de Jon a la pregunta de Sam. Un segundo después de responder, el volvió a hablar. "Parece que la misión a empeorado bastante."
"Si así parece." Dijeron al unísono los amigos de Jon mientras ponían caras de preocupación.
Al ver las caras de sus amigos, Jon decidió cambiar de tema, por lo que, comenzó a hablar con ellos sobre lo que podría haber dentro de esta fortaleza. Aquellas palabras parecieron elevar los ánimos de sus amigos, quienes sonrieron y bromeando, comenzaron a buscar en la sala cualquier objeto de valor. Tras unos minutos, el grupo de jóvenes encontró un gran tesoro.
"Este sujeto sí que tenía bastantes cosas buenas." Dijo Pyp con una sonrisa mientras terminaba de guardar toda su parte del botín en su bolsa encantada.
"Y que lo digas. Con todo lo que hemos juntado podríamos construirnos un palacio pequeño en las ciudades libres y vivir a todo derroche un par de años." Señaló Grenn con una sonrisa mientras miraba a Jon, el cual estaba metiendo una buena cantidad de oro y joyas en una bolsa aparte de la suya. "¿Esa es la parte de la princesa?"
"Si." Respondió Jon mientras guardaba la bolsa en su bolsa encantada.
La acción de Jon provocó que sus amigos sonrieran con diversión, pero a la vez que sentían un gran respeto por Jon, pues desde que Daenerys se había unido, el siempre procuraba que ella recibiera una parte de las ganancias del viaje. Si bien aquella acción les pareció algo bueno, eso no quería decir que no podían usarla para molestar a su amigo. Sin embargo, para su mala suerte cuando Pyp estuvo por hacer un chiste diciendo que posiblemente jon hacia eso poque estaba enamorado de Daenerys, la fortaleza comenzó a temblar.
"¿Q-que mierda?!" gritó Pyp con miedo al ver como todo temblaba
"¡Parece que este lugar se va a caer!" gritó Sam en respuesta, para luego mirar al resto de sus amigos.
"Algo me decía que esta fortaleza era rara." Dijo Jon mientras tomaba la gema y usando una tela, la envolvía y la amarraba a su espalda usando la tela como una especie de mochila improvisada.
"¿Qué quieres decir?" preguntó Grenn con pánico.
"Este lugar se mantenía con la magia de la gema y como esta ha vuelto a estar inactiva, el lugar se derrumbará." Respondió Jon, el cual miró al techo del lugar y al ver que comenzaba a caer un poco de tierra, miró a sus amigos y gritó. "¡Corran!"
Mientras la noche estaba por dar paso al alba, en una habitación de una posada se podía ver a tres individuos. Dos de ellos eran humanos, mientras que el tercero era un lobo. Las dos personas eran Daenerys y Jasalla, las cuales estaban muy alteradas y preocupadas por lo que pasaba. Jasalla se sentía así porque temía que Jon y su grupo no lograsen derrotar a Koroxhar, lo que haría que su pueblo sea atacado pronto por un furioso y vengativo mercader. Sin embargo, la preocupación de Daenerys era diferente, pues ella estaba preocupada por sus amigos, ya que habían ido solos a una fortaleza enemiga. Mientras ellas estaban así, Fantasma solo miraba de manera criptica a los humanos frente a ellos, ya que no entendía lo que les pasaba. Sintiendo que su compañero estaba bien, el decidió acostarse y descansar sin preocupaciones, ya que confiaba plenamente en las habilidades de su compañero.
"Princesa." Dijo Jasalla, llamando la atención de Daenerys. "¿Crees que lo lograran?"
La pregunta de la sacerdotisa hizo que la hija de Rhaella se detuviese de manera abrupta, pues ella había estado caminando por la sala mientras pensaba en sus amigos. Al tratar de responder la pregunta, una sonrisa juguetona apareció en su rostro mientras ponía una mano a su cadera.
"¿Lograrlo? Je, ellos podrán hacerlo. Sobre todo, si tienen a Jon…"
La forma en que Jasalla vio que Daenerys hablaba de sus amigos renovó la confianza que tenía en aquel grupo. Asi que, levantándose, estuvo por decirle algo a Daenerys, pero se detuvo de manera abrupta cuando vio como el lobo huargo se levantaba y miraba hacia la puerta. Aquello causó preocupación en ambas mujeres, lo que conllevó a que Daenerys tomara la espada de su familia y la desenvainara.
Apuntando con la espada a la puerta Daenerys se preparó para lo que venga, pero lo que vio hizo que soltara un suspiro de tranquilidad cuando la puerta se abrió.
La puerta abierta permitía ver a Jon y al resto del grupo, los cuales estaban cubiertos de tierra y polvo, más de lo que se debería de esperar para un tiempo largo en el camino.
"Chicos ¿Qué sucedió? ¿Por qué están tan sucios?" preguntó Daenerys al verlos entrar y tomar sillas para sentarse.
"Logramos acabar con Koroxhar." Respondió Jon mientras se acercaba a la mesa y tomaba una jarra y varios vasos, los cuales llenó con el contenido de la jarra. Dicho contenido era el de un suave tinto de las Summer Isles. Tras llenar todos los vasos, comenzó a repartirlos para todos y cuando llegó con Jasalla, ella tomó el vaso con una mano y con la otra atrapó la muñeca de la mano izquierda de Jon.
Aquella acción tomó por sorpresa a todos, pero sobre todo a Jon, quien miro a la mujer con curiosidad.
"¿Es verdad? ¿De verdad lo matasteis?"
La pregunta de Jasalla había sido hecha con un tono de voz que contenía esperanza.
Jon sabía que algunas veces una acción y una imagen valían más que mil palabras, por lo que, se llevó la mano a la mochila improvisada que había hecho y la dejó a los pies de la sacerdotisa. Ya con la bolsa a sus pies, el desenvolvió la tela y le mostró la gema que había estado en el pecho de Koroxhar.
La sacerdotisa tembló ligeramente al ver la gema, para luego poner una mirada llena de odio y asco. Levantándose de su silla, Jasalla le dio una patada a la gema, solo para luego agacharse y agarrarse el pie, pues se había lastimado un poco al golpear aquella piedra.
"¿Estas bien?" preguntó Grenn, el cual se acercó a ella y le ayudo a llevarla a su silla.
"Si, solo fue un pequeño golpe." Respondió Jasalla mientras aceptaba la ayuda de Grenn.
"Eso no pareció un pequeño golpe." Dijo en broma Pyp mientras veía como Sam se acercaba a ella para examinarle el pie.
"¿Cómo murió?" preguntó Jasalla mientras volvía a mirar a Jon.
Jon soltó un suspiro y comenzó a contar todo lo que había sucedido, evitando mencionar algunos sucesos.
"Al final, cuando retiré la gema de su pecho, la fortaleza se derrumbó, por lo que tuvimos que salir de allí pitando leches." Dijo Jon, terminando de contar lo que había sucedido. "Eso hizo que no pudiésemos recoger todas las armas con las que habían estado equipadas todas las tropas que tenía ese sujeto. Afortunadamente, logramos obtener un arma, la cual tiene una marca de herrero."
"Ya veo… eso es bueno. Nos tomara un buen tiempo, pero estoy segura de que con ella podremos descubrir quien le vendía las armas." Dijo Jasalla, la cual volvió a levantarse y acercándose a Jon. Cuando estuvo a escasos metros de él, ella le dio una pequeña reverencia y poniendo una sonrisa, habló. "Muchas gracias por habernos ayudado. Nunca olvidaremos su amabilidad."
"No tiene que preocuparse por alguna recompensa. Lo único que quisiera para mi es poder quedarme esta gema para llevarla a donde debería de estar." Dijo Jon, llamando la atención de la mujer.
"¿Usted sabe de dónde viene esa abominación?"
"Solo un poco, la verdad es que no se cómo se han construido. Lo único que sé es que tienen que estar en un lugar muy, pero muy oscuro en uno de los lugares más peligroso del mundo." Respondió Jon, mintiendo de manera casi descarada a la par que miraba a la sacerdotisa. "Jure hace mucho el llevar esas piedras a su lugar de descanso final. Por eso comencé a viajar, para buscarlas y luego llevarlas a ese lugar."
Las palabras que Jon acaba de decir provocaron que la sacerdotisa lo mirar unos segundos, tratando de ver si decía la verdad. y al final asintió, ya que no le veía nada de malo a la petición de Jon.
El ultimo aprendiz del Dovahkiin miró a la sacerdotisa y se llevó la gema para guardarla en la mochila improvisada. Tras aquello, Jon llamó a una de las personas que atendían la posada y pidió que trajeran comida y más vino, pues había que celebrar que la isla estaba a salvo.