"¿Qué?—preguntó Juan, completamente confundido por la declaración de Luca.
"¿Y si fuera una fiesta sorpresa?—Luca repitió la pregunta. Pensando que probablemente había oído mal, Juan no resistió más y se llevó la palma de la mano a la frente.
"Necesitamos irnos ahora—dijo Juan.
"Pero ¿y si esa es mamá?—Luca preguntó, con intención de volver a la habitación pero Juan lo detuvo agarrándole de la mano.
Juan entreabrió los labios para decir algo, pero Felicia lo interrumpió preguntando,
"¿Qué hacen ustedes dos aquí? ¿No deberían estar en esa habitación, atados?"
Al verla de cerca, Luca negó con la cabeza.
"¡No hay manera de que ella sea nuestra madre!—gritó y corrió hacia la puerta más cercana y la abrió. Juan no perdió el tiempo y siguió a su hermano.
Afortunadamente, esa puerta era la puerta de salida. Estaban completamente fuera y la clave aún estaba en la cerradura. Sin perder un segundo, Juan cerró la puerta con la llave y la cogió.