—Olvidémonos de eso y no hablemos de ellos, este es nuestro momento —dijo con una sonrisa.
—Ahora dime, ¿a dónde quieres ir? —le preguntó.
—Fuera de aquí.
Adrián se rió entre dientes—. Sabes que eso no es posible, cariño.
Erika apretó su puño bajo la mesa —sólo deseaba poder golpearlo en la cara, pero controló su ira—. «Ethan será el que haga eso», pensó para sí misma. Ahora se preguntaba dónde podría estar él y qué estaría haciendo y cómo estaba su familia.
—¿Sigues pensando en Ethan? —preguntó Adrian—. Adelante, sigue pensando en él, pero te aseguro esto, no importa cuánto pienses en él, nunca va a volver a la vida —agregó.
—¿Qué te hace pensar que Ethan está muerto?! —Erika se levantó abruptamente y preguntó—. ¿Lo mataste tú?! Estaba cansada de oírlo repetir lo mismo sobre Ethan una y otra vez y eso la molestaba.