"¡Adrain! —Felicia abrió de golpe la puerta de la oficina de Adrain con tanta fuerza que hizo un ruido fuerte cuando golpeó la pared.
Adrain pellizcó la piel entre sus cejas frustrado. Ya podía sentir el inminente dolor de cabeza. —¿Qué quieres, Felicia? —Logró preguntar.
—¿Por qué fuiste a ver a esa zorra? —Ella preguntó, pero Adrain no parecía que fuera a responderle—. ¡Respóndeme! —Exigió ya que estaba furiosa en ese momento.
Adrain se levantó de su silla para cerrar la puerta porque los empleados habían dejado su trabajo para escuchar su conversación. Después de cerrar la puerta, volvió a su silla para sentarse y preguntó,
—¿Me estabas siguiendo?
—No, no te seguí, pero mejor dime por qué fuiste a verla —respondió mientras su pecho subía y bajaba de ira.
—Fui allí para hablar de negocios con ella —respondió sinceramente. Tenía mucho que hacer y prolongar la conversación no le iba a ser bueno, así que es mejor decir la verdad.