Mientras la novia y el novio tomaban sus lugares en el altar, la figura digna del Sumo Sacerdote de Griven, un señor mayor con una corona de pelo plateado y vestido en un atuendo beige claro, sostenía el sagrado libro religioso en su mano. Su presencia comandaba la atención y, al comenzar la ceremonia de la boda, la mirada de cada invitado se dirigía hacia el altar.
—Nos hemos congregado aquí para ser testigos de la unión del Príncipe Heredero de Griven, Arlan Cromwell, y de su prometida elegida, la Princesa Heredera Oriana Verner —entonaba el Sumo Sacerdote con solemnidad—. De conformidad con la costumbre longeva de Griven, una tradición sostenida por décadas desde la fundación del reino y los ancestros de la familia real Cromwell...