—¿Mi plan? —Kelly miró a su mejor amiga. Sus ojos iluminados por un destello de travesura, no la inocencia juguetona de un niño, sino algo loco y... alarmantemente peligroso.
Abi esperó pacientemente. Sabiendo que Kelly no era de las que simplemente se sientan y aceptan todo, Abi estaba intrigada por lo que estaba planeando hacer a continuación.
—Huir —Kelly sonrió, pero Abi no pudo ver la determinación que esperaba en los ojos de Kelly. La terquedad y salvajismo que usualmente poseía Kelly se habían ido.