—Sharla intentó quitarle el útero a Lila e incluso vendió información sobre ella a otros. —Se preguntó— ¿Cómo se merece ser madre? Las madres nunca serían capaces de hacer algo tan repugnante como esto.
—Quizás ahora sientan lástima por Sharla. —Exclamó— Pero, puedo apostar que si los Tang no le hubieran quitado su hijo, ella lo habría utilizado como moneda de cambio para amenazarlos.
—Realmente no entiendo cómo, a estas alturas, todavía puede haber alguien que sienta simpatía por ella. —Expresó con asombro— Los chismes de entretenimiento solo son para matar el tiempo. Después de echarle un vistazo, deberían seguir adelante. ¿Por qué molestar a la Corporación Tang y a Lila?
La postura de Lina era firme. Expresó claramente a todos que la Corporación Tang no le debía nada a Sharla y que ya no tenían nada que ver con ella.