—¿Estás segura de que quieres hacer esa escena? —preguntó Andy con un rastro de duda.
—Sí —asintió Lila con certeza.
—¡Como quieras! —Después de hablar, Andy le hizo una señal a su asistente para que le entregara el guion. Tras familiarizarse con la escena, le indicó a Lila—. Empecemos...
En realidad, no le importaba realmente cumplir su petición. Simplemente la estaba desafiando a mostrarle lo que podía ofrecer.
Entonces, se sentó en su silla, colocó un pie en un muñeco y apuntó su pistola falsa a otro...
Lila se agachó a unos 2 metros de él. Su cabeza estaba inicialmente hacia abajo, pero, al levantarla, sus ojos estaban rojos con una mezcla compleja de ira, pánico y decepción. ¡De inmediato impactó a los jueces!
En ese momento, ella ya no era Lila, se había convertido en la luchadora.