Braydon Neal posicionó su mano derecha detrás de su espalda y levantó la izquierda.
Con un solo golpe, desvió sin esfuerzo el primer rayo de trueno con una sola palma.
El impacto del trueno negro al golpear el suelo hizo que la tierra temblara, generando una enorme nube en forma de hongo.
Surge un abismo de mil millas de largo, sus profundidades envueltas en llamas rojas giratorias.
El calor abrasador que irradiaba del pozo ardiente era intenso.
El inmortal desterrado del caos primordial miró hacia el cielo estrellado, frunciendo el ceño. —La tribulación del trueno es inminente. ¡Recuérdales que regresen!
—No es necesario, ¡protégeme! —La voz de Braydon tenía un tono resuelto.
Habiendo resistido múltiples tribulaciones celestiales, estaba confiado en enfrentar esta prueba solo.
Una chispa de preocupación cruzó por los ojos del inmortal desterrado del caos primordial.