—¡Boom!
Un solo golpe desató una tempestad.
La mirada de Luke Yates se volvió gélida.
Avanzando, empuñó sus espadas con ambas manos, emitiendo un aura espesa y decisiva de muerte.
El aire chisporroteaba de tensión mientras su intención de matar se intensificaba.
Arriba, el cielo parecía partirse, revelando la silueta de una estrella masiva.
Se cernía de manera ominosa, como si estuviera a punto de descender sobre el mundo.
En ese momento, voces resonaban desde los distintos niveles de la Sala de las Almas.
El creador de la Torre del Alma habló con incredulidad.
—Crux… —exclamó.
—¡Señor de las Estrellas, Crux Estelar! —agregó otra voz.
El secreto de Luke finalmente fue revelado.
Parecía que su vida pasada podría haber sido la del Señor de las Estrellas del que hablaban — una figura cumbre en el corazón de la humanidad.
Su partida había dejado a innumerables en duelo.