—¡Esa técnica era la manifestación de fuerza!
—¡Esta era la técnica de combate definitiva!
Su fuerza era como una espada, podía matar a todos los enemigos en el mundo.
Cuatro artistas marciales de cuasi pináculo se encontraban frente a la puerta de la ciudad de Banko.
—Esta noche —Braydon Neal apareció solo.
—¡Ellos cuatro tenían que detenerlo! —la multitud expectante observaba.
Braydon rió entre dientes y entró con paso firme en Sagoshima.
—En el momento en que entró a la ciudad —una voz describió la situación.
—Ninguna de las partes dijo nada más —comentó un espectador.
—En este punto —dijo alguien más—, era inútil decir más.
El hombre de verde se llamaba Junichiro.
—¡Este era su título! —se oyó un grito.
—La espada colgada en su cintura tenía forma de media luna y emitía una tenue intención asesina —narró el observador más cercano.
Desenvainó su espada y se levantó con una impresionante intención asesina.