—¿Oh? ¿No dijo él que quería que subiera al segundo piso y me invitara a una comida? —Ye Chen sacudió su cabeza—. Hay muslos de pollo limpios en el segundo piso. ¿Por qué iba a comer esta cosa asquerosa en el suelo?
—¿De qué estás hablando? —El cultivador humano estaba atónito—. ¿No ves que el tigre sanguíneo multicolor está bloqueando nuestro camino? ¿Cómo vas a llegar al segundo piso? No digas tonterías más. ¡Apresúrate y vete mientras puedas!
—Si quiero subir, subiré. ¿Él puede detenerme? —Ye Chen dijo con calma—. Eso sería buscar la muerte.
Su tono era muy calmado, y su expresión no cambiaba, como si estuviera hablando de un asunto trivial.
Sin embargo, sus palabras causaron un enorme alboroto entre los miembros del Clan del Tigre de Sangre que observaban.
¿Cómo podría este chico del reino del Caos Primordial ser tan arrogante frente a un experto del reino de Integración Dao de sexto nivel?
Fue realmente inesperado.