Esta era la misma espada que Ye Chen había obtenido de Lu Hanshuang, y era una espada espiritual. Aunque estaba rota, su poder seguía siendo asombroso, ya que contenía un rastro de energía espiritual en su interior.
Ye Chen nunca había planeado usar la Espada Mata Dragones contra Wu Qiyuan, pero los despreciables métodos de la Familia Wu le enfurecieron.
¡Hoy, iba a usar la sangre de la Familia Wu para nutrir la Espada Mata Dragones!
El anciano no esperaba que Ye Chen todavía se atreviera a hacer un movimiento en tan desfavorable situación. Sin embargo, no cambiaría nada.
Resopló fríamente y apretó sus puños mientras levantaba el largo sable del suelo.
—Te di una salida, pero te negaste a tomarla. Ya que insistes en tomar el camino del infierno, ¡usaré tu vida para apaciguar las almas de esos tres Wu!
El anciano agitó su largo sable, y un sonido nítido resonó mientras las olas de energía se extendían. ¡Era extremadamente aterrador!