Jennica y Cameron se pusieron toda su ropa de invierno antes de enfrentarse al frío. Él tomó su mano, alegando que esto les ayudaría a mantenerse más cálidos, aunque estaba bastante seguro de que ella lo entendió.
—¿Sabes? No hay nadie por aquí. No tienes que fingir más.
—¿Quién dice que estoy fingiendo?
Ella se detuvo en seco y lo miró lentamente. —Sospechaba que tenías segundas intenciones al ayudarme. ¿Por qué no dijiste algo antes?
Él se encogió de hombros. —No quería asustarte ya que no nos conocemos desde hace mucho. La verdad es que nunca he conocido a alguien como tú.
—¿A qué te refieres?
Él pateó un poco de nieve endurecida al lado de la calle. —Me sentí cómodo contigo de inmediato, como si ya te conociera desde hace mucho tiempo. Eso nunca me había pasado antes.
Cameron había estado con Melody durante casi dos años y medio y estaba considerando proponerle matrimonio cuando ella se fue a Florida y ni siquiera ella le había hecho sentir de esta manera.