Tarde en la noche...
Jasper permanecía vigilante en un sofá junto a la cama, cuidando de Ella mientras ella dormía pacíficamente. Asomándose periódicamente por la ventana, inspeccionaba los alrededores, buscando indicios de actividad sospechosa.
Conforme pasaban las horas, Jasper empezaba a sentir el peso del agotamiento. Sus párpados caían y su cabeza se inclinaba hacia adelante, amenazando con sucumbir al sueño. Pero luchaba contra ello, sabiendo que no podía permitirse bajar la guardia.
Su cansancio finalmente lo venció, y sucumbió al sopor, ajeno a la amenaza inminente que se aproximaba.
Un grupo de figuras amenazantes vestidas de negro se reunieron silenciosamente alrededor del pequeño hotel. Ejecutando su plan con mortal precisión, infiltraron el recinto, eliminando al recepcionista con un asesinato rápido y silencioso.