Cristóbal recibió una llamada temprano en la mañana y salió apresuradamente.
Abigail ni siquiera pudo levantarse y preguntarle si todo estaba bien. Había estado sintiendo dolor desde la noche anterior. Aunque la intensidad del dolor había disminuido, seguía presente. También tenía sangrado, que más tarde disminuyó a un manchado leve. Pensó que había llegado su período.
Dolor con su período era inusual para ella, y se preguntó por qué lo estaba experimentando esta vez. Decidió ir al hospital antes de ir a la oficina.
A pesar de su incomodidad física, Abigail no podía dejar de preocuparse por Cristóbal. Estaba perpleja sobre lo que había ocurrido para molestarlo tan temprano en la mañana. Su mente repasaba posibilidades.