"El oficial se acercó a Cristóbal e informó que los bomberos habían extinguido exitosamente el fuego y estaban retirando a las víctimas fallecidas enterradas bajo los escombros. Lo más perturbador fue que nadie estaba vivo.
El corazón de Cristóbal se hundió al absorber las palabras del oficial. La realidad de la situación le golpeó duramente. La vista de los bomberos recuperando cuerpos sin vida de los escombros pesaba mucho en su alma.
—Pero aún no han encontrado ningún cuerpo de mujer —declaró el oficial—. Es posible que tu esposa no esté muerta.
En medio de la desesperación, un destello de esperanza se encendió dentro de Cristóbal. La ausencia de Abigail entre los cuerpos recuperados sugería la posibilidad de su escape, dándole un atisbo de optimismo en medio de la oscuridad.
—Quizás alguien se la llevó antes de la explosión —continuó diciendo el oficial.
La mirada de Cristóbal estaba fija en la búsqueda en curso.