Después de que Jasper se fue, Lance entró en la cabaña y le entregó un nuevo teléfono a Abigail. —El Sr. Hubbard te trajo un teléfono nuevo —dijo, mirándola con escepticismo.
Los ojos de Abigail se estrecharon mientras observaba la reacción de Lance, tratando de medir su expresión. Se dio cuenta de que desconfiaba de ella. Se sintió mortificada, pero se negó a admitir que le había mentido.
—¿Le dijiste algo sobre el teléfono? —preguntó, poniendo su rostro serio.
—No... —Agitó la cabeza, sorprendido—. Juro que no le dije ni una palabra a tu padre sobre el teléfono. Nunca traicionaría tu confianza de esa manera.
Abigail mantuvo su actitud enojada, no fácilmente convencida. Persistió en su actuación, tratando de hacer que Lance sintiera el peso de su decepción.