Cristóbal y Viviana llegaron al ático. Se sorprendieron al encontrar a Britney esperándoles. La sorpresa en sus rostros era evidente mientras intercambiaban miradas, sin saber por qué ella aún estaba allí.
Cristóbal recordaba haberle dicho que volviera a la mansión.
—¿Britney? ¿Qué haces aquí? —preguntó Cristóbal, rompiendo el silencio. Su tono estaba teñido de curiosidad y cautela.
Britney, simulando un comportamiento agradable, ocultó su molestia y sonrió. —Pido disculpas por haber sido irrespetuosa el día anterior. Me doy cuenta de mi error y quiero reconciliarme con Viviana. —Habló con un tono conciliador, intentando aparecer arrepentida por su comportamiento anterior.
—He estado reflexionando sobre mis acciones, Viviana, y quiero enmendarme —dijo Britney, mirando a Viviana—. Te pido sinceramente disculpas por mis acciones. He preparado la cena como un gesto de paz.