La honestidad en la voz de Lith fue la única razón por la que Vladion respondió con palabras en lugar de maldiciones.
—Hasta la plaga, nací y viví en Jiera, mientras que el Árbol estaba aquí en Garlen. Estaba demasiado ocupado y tenía demasiadas limitaciones durante el día para cruzar el océano solo con la esperanza de encontrar su Franja, entrar y de alguna manera obtener una rama.
—Muy pocas personas consiguen madera de Yggdrasill cada siglo y cuando lo hacen, la encantan a su manera. No solo conseguir una me requeriría encontrarlos y matarlos, sino que también terminaría con algo que no me queda bien.
—¿No reinicia Baba Yaga tus cosas con la Magia de la Creación si se lo pides? —Lith estaba desconcertado.
—Por supuesto que no. ¿Al igual que Salaark, verdad?
—Yep. —Lith respondió un poco demasiado rápido y debido al enlace mental, Vladion pudo sentir casi la mentira flagrante.